martes, 11 de septiembre de 2007

Hace mucho tiempo vivía una hermosísima Reina. Un día cuando estaba cosiendo junto a la ventana, se pico un dedo con la aguja y una gota de sangre cayo sobre la nieve La gota roja se veía tan hermosa sobre la nieve blanca que la reina se dijo: “Como quisiera tener una hija con la piel blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el cabello negro como el ébano”.

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