Poco tiempo después su deseo se hizo realidad y tuvo una niña que tenía la piel blanca como la nieve, los labios rojos como la sangre y el cabello negro como el ébano. Entonces la reina le dio el nombre de Blanca Nieves. Desafortunadamente la reina murió cuando la niña aun era muy pequeña y al poco tiempo, el rey contrajo matrimonio nuevamente.